20061027

- ENCUENTROS NACIONALES: Santa Fe 81

La década del 60 tuvo su influencia en latinoamérica y el mundo en el ambito eclesial por ejemplo, lo hizo a partir de dos acontecimientos que son un quiebre en la historia de la Iglesia , El concilio vaticano II (Sesiones; 11 octubre 1961 - 8 diciembre 1965) y los Documentos de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, Medellín 1968.
Además de todos los acontecimientos sociales, políticos propios de esa época. En esa efervescencia y cambios nace Palestra como una respuesta al llamado de Dios y como una opción generosa al Espíritu.
En el 68, llega el Movimiento a la Argentina , realizándose el primer Período Motivador.
En los 70, la cantidad impresionante de sucesos en todos los países hacen que sea imposible de ennumerar los mismos, pero si es necesario aclarar, para entrar más en lo que queremos, en el Movimiento se dan los momentos iniciales de expansión, profundización de su metodología, espiritualidad, estructura organizativa, una década plagada de Convocatorias Nacionales;
4 Congresos Nacionales, 7 Consejos Consultivos con una temática variada que incluía el Período Iniciador, Motivador y Sedimentador, fruto de ellos son los Documentos Oficiales que rigen hasta la fecha: Documento de Identidad, Manual del Dirigente y Documento de Promoción y Perseverancia.
Además de realizar Campamentos Nacionales, fundación del Movimiento en Catamarca, Tucumán, Santa Fe, Salta, Libertador, San Salvador de Jujuy y Delegaciones Zonales, incluso anteriores a la constitución de Secretariados, como la DZ de Metán y Ledesma.
La estructura del Movimiento Nacional estaba constituida por la Coordinación Nacional , que por Asamblea le era confiada a miembros de un Secretariado. Luego se adjunto a esta la modalidad de Coordinación Nacional Ampliada, es decir, con miembros de los distintos Secretariados. Los cuales dieron paso a partir del 1991 en Asamblea a como está constituida ahora.

En los 80, Palestra tiene una orientación a insertarse en las Diocesis y sus organismos como así tambien en las instancias nacionales de la Iglesia.
En Agosto de 1980, en Reunión de Delegados con la Coordinación Nacional , surge la necesidad de dedicar un espacio nacional para los dirigentes de cada comunidad palestrista; Los Encuentros Nacionales de Dirigentes, En.Na.Di.

EL 1ER EN.NA.DI.
El Primero se realiza en la ciudad de Santa Fe, del 3 al 10 de Enero, bajo el lema: “San Pablo en Cristo, nuestra esperanza”.
Los temas a tratar fueron:
- Profundización y reflexión del Documento de Promoción y Perseverancia.
- Nuevas Etapas de Perseverancia en el Movimiento. (Niños, adolescentes y Adultos)
- Asesores Juveniles.
Monseñor Zaspe y Coordinación Nacional (Hoy; Secretariado Nacional)

Secretariado de Tucumán

Hno. Juan Gagliardino, Moseñor Zaspe y Hno. Victor Matta.

Añadir leyenda
Tres temas muy necesarios de abordar en esa época por la necesidad de hacer crecer al Movimiento, ponernos en acción en situaciones y realidades que se iban dando en la vivencia de cada Comunidad o Secretariado.
Por ejemplo; la Captación de Líderes y Dirigentes, hacer conocer e insertar al Movimiento en las estructuras Pastorales, ocuparnos de aquellos adolescentes que se convirtieron en jóvenes adultos, y los jóvenes adultos que se convirtieron en Adultos y que hicieron una opción vocacional fruto del Espíritu Santo para vivir, rezar, experimentar y compartir a Dios al estilo Paulino, en Palestra.

Es de vital importancia el tratamiento del tema de los Asesores Juveniles, salidos de las mismas filas del Movimiento, es decir de aquellos que transcurridos un largo tiempo, pdían acompañar a los más jovenes. Ya en esa época se planteaba que no cualquiera podía ser un Asesor, que debía cumplir ciertos requisitos y por sobre todo que sea una vocación.
Hay que tener en cuenta que la vivencia de este Encuentro, marcó profundamente a sus participantes, porque era la primera vez que se encaraba la formación, profundización y reflexión de temas en un marco adecuado de dirigentes, con un carácter y organización distintos a las otras Convocatorias; Congresos, Consultivos, Campamentos, reuniones de delegados, etc.

Tenía sobre todo la modalidad de que los dirigentes salían con un criterio común de dirigencia como Movimiento Nacional y que tenían como tales que hacer realmente “movimiento” dentro de la Iglesia y generar nuevas actitudes, responsabilidades, aportes a la Iglesia Diocesana , a los Secretariados, Delegaciones Zonales y las Comunidades pequeñas de donde provenian, parroquiales, barriales, de colegios, de ambientes.
Toda una responsabilidad que acrecentaba en ellos la perseverancia, el enamorarse del Movimiento porque lo conocían desde otras fuentes y maneras de evangelizar.

Se concretaba algo realmente fundamental, el conocimiento y la interacción de los dirigentes de distintos lugares, donde se generaban amistades que perduraron en el tiempo a pesar de las circunstancias de la vida de cada uno. Muchos de ellos siguen insertos en otros lugares de la Iglesia y es realmente emotivo hablar y recordar con ellos los momentos y sueños vividos.
En este EnNaDi, el de Santa Fe, se contó con la presencia del Obispo Vicente Zaspe, un lider espiritual de la época y muy allegado a los Palestristas.
El falleció el 3 de Enero de 1984, diez días antes, por radio dijo estas frases para Navidad, lo que nos pinta de cuerpo entero su vida como sacerdote;

“Amigos, Dios nos ama. Nos muestra su amor desde su pesebre, nos ofrece su amor desde su despojo, espera nuestro amor, quiere nuestro amor. Dios quiere de cada situación concreta que lo amemos.
Amarlo en la enfermedad imprevista, en la cabecera del enfermo, en la ancianidad achacosa, en las dificultades económicas de un salario, en la vivienda precaria. Amarlo desde el hijo que murió en Malvinas, o en el hijo que desapareció en la subversión o por la represión, en la soledad, en la muerte del esposo, amarlo siempre. Reflexionemos. Sería muy difícil creer en el amor de Dios si en lugar de paja hubiera habido seda; si en lugar de pañales, armiño; si en lugar de pastores hubieran venido embajadores. Pero no es difícil amarlo contemplando su Navidad en Belén, contemplando su nacimiento en la pobreza, la autoridad y hasta la miseria...”

Luego, el Movimiento en Santa Fe, se dejaba morir, quizás porque no encontro a un padre como Vicente Zaspe.
Así comenzamos a andar este tiempo de la Dirigencia Nacional, con una modalidad distinta a lo que estábamos habituados, que generaron un semillero de dirigentes y lideres en todos los ambientes; sociales, políticos, profesionales, laborales, familiares, matrimoniales.
Para muchos, fueron semillas del Espíritu que perduran y germinan cuando Dios lo dispone para Común Utilidad.
Así comenzamos con los Encuentros, donde entre toda la Comunidad Nacional del Movimiento haciamos realidad la Palestra, el estadio, el lugar de entrenamiento, del esfuerzo para la vida.
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